domingo, 16 de marzo de 2008

No te acerques que no respondo

Nada que ver con la común historia
nadie me quiere, todas esas cosas.
Ella fregaba suelos nunca se compró ropas
por darle un buen colegio multiplicó las sobras.
Cuál sería el instante,quién le enseñó estas cosas,
cuándo probó la muerte y amaneció entre sombras.
Qué te puedo dar que no me sufras,
qué te puedo dar que no te hunda,
que no vea en tus ojos reflejos de cristal
que me mata tu angustia
que me puede tu mal.
Qué te puedo dar
Quiso ayudarle sin saber ni como
y aunque no pudo fue vendiendo todo.
Pero todo era poco para un saco sin fondo,
un golpe a una farmacia, algún pequeño robo.
Ya de vuelta en la casa del hospital sabía,
que más pronto que tarde,la herida se abriría.
Qué te puedo darque no me sufras,
qué te puedo darque no te hunda,
que no vea en tus ojos reflejos de cristal
que me mata tu angustia
que me puede tu mal.
Qué te puedo dar
Con la prudencia que da la locura buscó los datos,aclaró sus dudas.
Con un último esfuerzo le compró la más pura,
y al mirarle a los ojos se le borró entre bruma.
Él creyó que soñaba en el fugaz instante en que acabó su tiempo
abrazado a la madre.
La madre (letra de Victor Manuel)

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