Mucho mas que una ciudad para mí... Almería

Estoy cansada de escuchar hablar de Almería como la tierra de los invernaderos, el desierto declarado, el refugio de los inmigrantes. A ella dedico mi entrada de hoy, para dar a su vez sentido a otras cosas que destiñen mi vida.

Quien conoce bien Almería conoce sus rincones mas acogedores y sus sitios mas tentadores; conoce sus playas paradisiacas; su rambla actualmente llena de luz, de gente paseando, y enamorados jurándose amor eterno,adueñándose de esos bancos donde firman contratos de afecto con besos; conoce esos lugares de tapas que llenan nuestros estómagos a la vez que nos llenan de orgullo por pisar esta tierra; conoce las marcas de la historia que la vieron nacer; conoce el ambiente nocturno por el casco histórico de la ciudad. Quien conoce Almería conoce todo esto y mucho mas.

Aunque no es mi tierra natal, es la tierra de mis raíces mas cercanas, de mi niñez, el lugar que dio cavidad a mi primer amor, de gran parte de mi adolescencia tan inquientante, de muchos recuerdos que ligados a su paisaje hacen que sea mucho mas bonita. Pensar en Almería es pensar en momentos muy entrañables de mi vida. Quizá por todo esto sé que por muy lejos que este, siempre me acordaré de todo y todos.

Podría hablar de la Reina Mora durante horas, pero prefiero unas pinceladas que inciten a los curiosos a averiguar las maravillas de las que hablo.

Me gustaría romper con la costumbre de encasillar un lugar sin darle la oportunidad de envolvernos con el ambiente que caracteriza a cada ciudad.

Para empezar, os invito a conocer los pubs y teterias del centro de la ciudad, "Los refugios" de la guerra (restaurados hace poco), las playas que le dan fama a la capital y sus comarcas, la rambla como paseo de armonía con el ambiente almeriense, y La Alcazaba.
Empecemos por aquí.