En menos de un año se han apagado dos estrellas en mi firmamento. Dos estrellas que brillaban como dos soles. He sentido el frío de la Antártida abrazando mi corazón en pleno mes de Julio. He perdido otra parte de mi vida, una pieza del puzzle que conforma la historia que me describe, la visión del pasado que cambia el sentido de las cosas en estos días tan modernos; he perdido la ternura en persona, el valor de la nobleza que hoy no se valora.
No puedo olvidarte como el guía de las aventuras en mi infancia, aunque estos últimos años te hubieses camuflado como una arruga en las sabanas de aquella triste cama, solo quiero recordarte por todo lo que trasmitías. De ti nos quedan los valores mas marcados de un pueblo y el recuerdo de una gran persona, incapaz de ser malo con nadie. Ojala abrazarte hubiese sido mas fácil, ojala hubieses podido disfrutar de la cosecha que cultivaste con tanto esfuerzo, ojala supieses cuanto te hemos echado de menos y lo difícil que va a ser empezar a olvidarte sin olvidarte.

Con cariño a J.L.L.


Insomnio